miércoles, 15 de octubre de 2014

Por un Millón de Paoso: El cerco a Granada

Desde la fortaleza de Alcalá la Real, de origen árabe, conquistada y reconquistada varias veces, preparan los Reyes Católicos el asalto a Boabdil. En 1481 toman el castillo de Píñar. En 1486 cae la alcazaba de Loja, defendida por el propio rey granadino, y tras ella los castillos de Íllora, Moclín y Montefrío, en una dura campaña en la que se distingue el Gran Capitán. Perdida esta importante línea de defensa, el cerco sobre Granada se estrecha.


Castillo de Montefrío

Fué construida en los restos del antiguo castillo nazarí, cuya época de fundación se remonta hacia el 1352 cuando reinaba en Granada Abú-Abdalá Jusuf, quién lo hizo construir en unos terrenos que consideraba estratégicos para la defensa de sus fronteras. Para ello, envió al Alarife mayor de la Alhambra, quien eligió el lugar de su ubicación y planeó su construcción con triple recinto, plaza de armas, aspilleras, ardaves, torres, aljibes para el agua, almacenes y todo lo necesario para aguantar, en su caso, un largo asedio.

Ampliar imagenEste castillo fue un lugar estratégico de defensa para el reino de Granada, hasta su toma por el Rey Católico la mañana del 26 de junio de 1486. Conquistado el bastión, la Reina Católica nombró alcaide de la fortaleza a don Pedro Afán de Ribera. sus habitantes quedaron como mudéjares, y los que no quisieron sujetarse al poder de Castilla pasaron a formar parte de la población de Granada.

Los monarcas mandaron construir en el castillo una iglesia, como venía siendo costumbre en ellos al conquistar alguna fortaleza mora, terminándose las obras en 1507. Luego, entre 1540-42 con la liberación de los fondos de fábrica y el desarrollo económico de la zona debió de pensarse en renovarla y ampliarla, para ello, fue llamado el maestro Diego de Siloé, quien proyectó una iglesia en la que se aunaban las soluciones de gótico y el mudéjar con con los repertorios decorativos del Renacimiento.


Castillo de Illora

Castillo árabe El Castillo de Íllora data del periodo califal (siglos IX-X), aunque posteriormente ha sufrido grandes modificaciones y ampliaciones. Su situación es plenamente estratégica, en el lugar más elevado del gran peñón que domina el pueblo. La importancia de su fortificación y su ubicación geográfica le llevaron a ser considerado el “ojo derecho“ del reino nazarí de Granada, permanentemente en conexión a través de una red de torres con los castillos de Moclín y Montefrío. Esta red de inteligencia transmitía todo la información militar sobre los movimientos de las tropas cristianas en la región, permitiendo una comunicación rápida con la capital nazarí.

Esta estructurado en tres recintos: la villa, la alcazaba y el arrabal. El primer recinto esta situado en la parte nororiental, guarnecido por la muralla del segundo recinto. Su rasgo más destacable es la puerta de entrada, con cimientos de época califal, que sufrirá distintas intervenciones desde el siglo XI hasta el XVI, pasando de ser un sencillo arco de herradura apuntado de ladrillo a la actual puerta en recodo de época nazarí. La alcazaba, con un papel defensivo y militar, ocupa la zona más elevada del peñón. Su planta es alargada y trapezoidal, con dos aljibes aún conservados en su centro, y está delimitada por una muralla con cinco torres. De los elementos que aún quedan en pie podemos destacar el lienzo norte, que es el único que conserva su adarve y almenado. En su extremo norte todavía se conserva una torre de tapial,. Por último, el arrabal ocupa la vertiente suroeste con una planta casi triangular, conservando un lienzo con tres torres semicirculares, macizas y de dos cuerpos.


Castillo de Moclín

El Castillo de Moclín se construyó a mediados del siglo XIII para la defensa del Reino Nazarí de Granada. También llamado Hins Al–Muqlin (fortaleza de las dos pupilas), surgió como castillo fronterizo entre los reinos de Granada y Castilla y fue continuamente asediado durante el asentamiento hispano-musulmán, cayendo en manos de los Reyes Católicos en 1486.

Tiene planta irregular, por tener que adaptarse al terreno. Se levanta en la cumbre más alta del entorno, a más de mil metros sobre el nivel del mar. Destacan en él dos zonas bien diferenciadas.

La primera la constituyen las murallas exteriores, que alcanzan su mayor esbeltez hacia el oeste y el sur, decreciendo conforme se avanza hacia los Tajos de la Hoz. En algunos puntos, la propia roca hace funciones defensivas.

Por el camino real que aún existe se llegaba a la segunda zona del castillo, la alcazaba. En su puerta de entrada sobresale la Torre del Homenaje, la más alta de todas. Está ubicada en el ángulo nordeste del castillo, dando vista a las tierras de Alcalá la Real. Dentro de la alcazaba, en la parte superior del castillo, destaca también el aljibe, de grandes dimensiones y capital importancia en caso de asedio.