lunes, 18 de agosto de 2014

Por un Millón de Pasos: Castillo de Lopera y Torre de Boabdil

Castillo de Lopera

En Lopera encontramos uno de los mejores ejemplos de castillo construido por la Orden Militar de Calatrava en la provincia de Jaén. Declarado bien de interés cultural en 1991, esta fortaleza conserva el perímetro amurallado original, aunque a largo de los años, sirvió también de residencia e, incluso, como bodega a mediados del siglo XX.


Situado justo en el centro del municipio, el castillo, con planta de pentágono irregular, tiene dos recintos: uno externo formado por lienzos de muralla y protegido por cinco torres y, otro interno, en el que se alzan dos imponentes torres llamadas de San Miguel y de Santa María, respectivamente, y que están unidas entre sí por dos lienzos. La primera se utilizaba para controlar el acceso al alcázar. Como curiosidad, en esta torre todavía pueden verse los daños causados por un proyectil en la Guerra Civil española.

La torre de Santa María, por su parte, era la Torre del Homenaje. Contaba con dos estancias superpuestas. La de abajo fue transformada en oratorio durante las obras realizadas en el siglo XVI para convertir el castillo en residencia nobiliaria y, ya en el siglo XX, volvió a ser reformada con el fin de acondicionarla como sala de estar por parte de la familia propietaria.

Se da la circunstancia de que, a mediados del pasado siglo, se crea en el interior de la fortaleza loperana una bodega de vino, lo que alteró de forma notable la fisionomía original de la fortaleza. Entre otras, por ejemplo, se derrumba la poterna o puerta falsa que existía, se desmantela el cuerpo de campanas de la torre de Santa María y se sustituye por almenas y se construye una gran nave y una tolva de recogida de la uva.

Hoy día, el castillo, junto con la Casa de la Tercia, es el monumento más significativo de Lopera y uno de los más importantes de la Ruta de los Castillos y las Batallas de Jaén.

Murallas y Torre de Boabdil

Cuenta la tradición que en esta torre estuvo preso el último rey de Granada, Boabdil “El Chico”, tras ser capturado por el ejército cristiano en la batalla de Lucena, y aquí permaneció hasta que claudicó a las exigencias impuestas por los Reyes Católicos. Imponente por su altura y su buena conservación, nos encontramos ante una de las construcciones defensivas más bellas y soberbias de Andalucía.


De planta ochavada y 28 metros de altura, la torre de Boabdil o Torre Nueva es, por sí misma, un reclamo turístico que invita al viajero a visitar Porcuna. Monumento Histórico desde el año 1982, en su interior destacan los arcos y las bóvedas góticas de inspiración cisterciense de sus cámaras, mientras que desde el mirador de su terraza se puede contemplar el bello paisaje de la campiña olivarera jiennense.

La torre alberga, además, un museo municipal en el que se muestran interesantes vestigios del rico pasado de la localidad. No en vano, Porcuna destaca también por haber sido uno de los poblados iberos más importantes del mundo con ricos yacimientos arqueológicos como el de Cerrillo Blanco, hoy visitable y dotado de un centro de interpretación, o el del Cerro de los Alcores, y por haber sido una relevante ciudad romana,  conocida como Obulco, a la que, con frecuencia, hacen referencia autores como Plinio, Ptolomeo o Estrabón en textos de la época.

Tal y como se recoge en la placa testimonial que puede verse en su fachada principal, la torre de Boabdil fue construida entre 1411 y 1435 por la Orden Calatrava. La vinculación de esta orden militar con el municipio ha sido una constante a lo largo de su historia y, de hecho, se mantuvo hasta entrado el siglo XIX.  Como curiosidad basta señalar que, de los cinco prioratos que la orden tenía en Andalucía allá por el siglo XVI, dos estaban en Porcuna (los de San Benito y Santa María).

No hay comentarios:

Publicar un comentario